DIEZ MINUTOS EN SILENCIO   

                             
             

 

                             cristianos siglo veintiuno
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Diez minutos en silencio

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Amós 21-24

 

 Yo detesto, aborrezco vuestras fiestas,

no me aplacan vuestras solemnidades.

 Si me ofrecéis holocaustos...

no me complazco en vuestras oblaciones,

ni miro vuestros sacrificios de comunión de novillos cebados.

 ¡Aparta de mí el ronroneo de tus canciones,

no quiero oír la salmodia de tus arpas!

 

 ¡Que fluya, sí, el derecho como agua

y la justicia como arroyo perenne

 

 

No es compatible el culto ni las ceremonias religiosas

con  situaciones de injusticia. No se puede invocar a

Dios olvidándose del pobre, del marginado. Dios no oye.

 

Estuvo claro en tiempos del Antiguo Testamento,

en el Nuevo Testamento.

 

Pero seguimos creyendo que una solemne ceremonia

lo tapa todo y tranquiliza las conciencias.