DIEZ MINUTOS EN SILENCIO
Diez minutos en silencio
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Salmo 102
Mi vida es un canto para Ti, Señor.
Has perdonado todas mis culpas.
Has curado mis grietas de dentro.
Estuve hundido, y me rescataste.
Me has cubierto de ternura.
Ya viejo, haces que vuele como un águila.
La secreta justicia del Señor
defiende a los oprimidos.
Es compasivo y se mete dentro de los débiles.
El Señor no acusa.
El Señor no guarda rencor.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros fallos.
Como un padre siente ternura por sus hijos
así el Señor siente ternura por los que se fían de él.
El conoce nuestra masa
Se acuerda de que somos barro.
Amén. Amén. Amén.
Así, en silencio.
Deja que cale, como lluvia sin ruido.