DIEZ MINUTOS EN SILENCIO   

                             
             

 

                             cristianos siglo veintiuno
ÍndicePágina Principal

 

 

Diez minutos en silencio

45

Salmo 42 

 

 

Envía tu luz y tu verdad:

Que ellas me guíen

Y me conduzcan a tu morada.

Quiero vivir a tu vera,

Dios de mi alegría.

Quiero cantar.

Ya está bien de llanto y miedo.

¡Dios mío!

 

La fe, si es, debe ser un canto.

Dios, si es, debe ser una roca.

 

¿Por qué te acongojas,

por qué te turbas?

Espera en el Señor.

Al final, siempre será en el Señor.

 

Es  lenguaje sólo de fe.

Y la fe siempre tendrá que soportar

la pregunta:

“¿Dónde está tu Dios?”