DIEZ MINUTOS EN SILENCIO   

                             
             

 

                             cristianos siglo veintiuno
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Diez minutos en silencio

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Salmo 85

 

Enséñame, Señor, tu camino,

para que siga la verdad;

mantén mi corazón entero

en el respeto de tu nombre.

 

La tierra está llena de engreídos.

Bandas de insolentes atentan contra los que confían en Ti.

 

Tú, Señor, sigue siendo clemente,

lento a la cólera, rico en piedad.

Pero déjate ver.

Aunque sólo sea al trasluz.

Aunque sólo sea un momento.

  

Sólo al trasluz. Sólo un momento.

No hay peor soledad, que la soledad de Dios.

No hay peor desconcierto que la pérdida

de la brújula de la fe.

Cuando todo tenga sentido sin Dios

¡que Dios te ampare, hermano!