homenaje a JOSE Mª MARDONES   

                             

 

                              

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PRIMER ANIVERSARIO

 

EVOCACIÓN 

durante la cena solidaria de junio de 2007

 

 

Quiero cantar un canto

al amigo José María, que se fue

tan calladamente

que apenas sentimos sus pasos.

 

Aquel atardecer del 5 de junio,

en la cena solidaria del pasado año,

estaba aquí entre nosotros.

Cité una frase

cogida de uno de sus libros:

“La miseria se agarra a las

entrañas de la incultura”.

 

Al día siguiente era

el famoso 6-6-6.

Le habían entrevistado en la 2

y apareció en la televisión para explicar

quiénes son hoy ese 6-6-6,

los “Nerones” sin entrañas,

que hacen que los pobres

sean cada vez más pobres.

 

Después le ví muy atareado al ordenador,

dando remate a su última obra,

“Matar a nuestros dioses”,

verdadera joya para nuestra espiritualidad.

 

Pasaron los días,

sin que nada anormal ocurriera.

Esos días, a Nati, la cantora de S. Eduardo,

según testimonio suyo,

José María debió de decirle un par de veces:

“No estoy bien. Nati, reza por mí”.

Algo semejante le comunicó

a su amigo y compañero de trabajo Jimeno:

“No me encuentro bien”.

 

El día 22, el amigo Mariano de Majadahonda

nos invita a cenar a José y a mí.

Pasamos un par de horas entrañables

en el VIP de Sor Ángela de la Cruz.

 

Y llegó el 23. Ese día fue al CSIC a las 11.

Regresó a las 15,00 horas.

Almorzamos y enseguida atendió

la llamada telefónica de una amiga de Monterrey,

que estaba de paso por Madrid.

José María hablaba con gran vitalidad.

 

Luego, se entretuvo viendo el partido

de la selección española contra Arabia Saudí

Y quince minutos antes de acabarse el encuentro…

 

Alguien llamó a mi puerta

aquel atardecer de junio

y me asomé al balcón

para ver quién era.

 

Era el sereno de la noche

que lleva cuenta de los días

de cada uno.

 

Bajé las escaleras

sin maleta y con lo puesto.

Caminé detrás de él

por un sendero misterioso

y llegué al palacio del Rey,

donde mora el Señor de la Vida.

 

Allí había música y fiesta

y fui bienvenido por su Majestad,

que me invitó a su lado.

 

No lloréis. Soy feliz.

 

               Pedro Olalde

 

 

 

Te presentamos, Padre, la vida de José María

 

 

Te presentamos, Padre, a José María, que nos fue tan cercano y que repentinamente, fue arrancado de nuestro mundo.

 

Te presentamos la amistad que nos regaló, la paz que derramó a su alrededor, la Palabra que sembró en nosotros como semilla de vida.

 

Te presentamos su vida, para que nada de ella se pierda y respetemos lo que para él era sagrado. Que su ejemplo de vida y su afán de conocerte más, nos sirvan de ejemplo.

 

Te presentamos, Padre, su persona, porque queremos que viva en nuestros corazones y en nuestras ganas de vivir, en nuestras ideas y en nuestra conciencia.

 

Te presentamos a José María, Padre, y deseamos que todos los que estuvimos unidos a él en vida, estemos ahora más unidos aún.

 

Te presentamos, Padre, a José María, y te lo confiamos en tu regazo de Madre tierna, en la plena seguridad de volvernos a encontrar con él en tu amor envolvente.

 

 

Pedro Olalde

 

 

ACCION DE GRACIAS POR CHEMA

 

 

Te damos gracias, Señor Dios, por nuestro hermano Chema

que nos fue tan cercano

para los que hoy estamos aquí reunidos

y que tal día como hoy hace un año

fue arrancado de este mundo,

por el que tanto luchó, en su intento de cambiarlo.

 

Te damos gracias por la amistad que nos regaló,

por la paz y la solidaridad que derramó a su alrededor.

Te damos gracias porque su lucha a favor de la justicia,

por los más desfavorecidos, tuvo frutos abundantes,

convirtiéndole en un hombre de bien,

digno de ser considerado un hombre de Dios.

 

Te damos gracias por su vida, que nada de ella se pierda,

que todos los que le conocimos seamos continuadores

de sus luchas, esperanzas y anhelos.

Que sus buenas obras y su estilo de vida cristiano,

nos sirvan de ejemplo.

 

Te damos gracias por su presencia a lo largo de este año

en todos y cada uno de nosotros.

Queremos que continúe viviendo en nuestros corazones,

en nuestras ganas de vivir,

en nuestras ideas y en nuestra conciencia.

 

Gracias Jesús por el privilegio que ha supuesto

para muchos de nosotros,

el haber compartido parte de nuestra vida

con nuestro hermano en la fe: Chema Mardones.

Fernando Pérez Agua