Hermanos y hermanas, la entrada de Jesús en Jerusalén montado en un pollino es un gesto cargado de sentido que nos da unas claves y unas coordenadas precisas para comprender quién es El, cuál es su mesianismo y su buena noticia. Oremos.

Jesús, que nuestro ser y hacer haga posible tu Reino.

• Padre, que nos demos cuenta en la Iglesia que los verdaderos espacios sagrados son los pobres, los excluidos, los condenados, los refugiados, los que se juegan la vida en el Mediterráneo, los invisibles de éste mundo.

Jesús, que nuestro ser y hacer haga posible tu Reino.

• Padre, que los creyentes comprendamos que el Reino que trae Jesús pasa por un cambio en nuestra escala de valores y que sólo la paz puede construir una nueva sociedad, y no el poder y la fuerza.

Jesús, que nuestro ser y hacer haga posible tu Reino.

• Padre, que todos nosotros no seamos propensos a calcular, normativizar y cumplir; que la prudencia y lo razonable no guíen nuestras decisiones y acciones sino que sea nuestra opción por Jesús y su Reino la que nos mueva desde dentro.

Jesús, que nuestro ser y hacer haga posible tu Reino.

• Padre, despierta entre nosotros gestos proféticos: acciones que nos hablen con claridad y hondura, acciones que nos interroguen y nos desinstalen, acciones que nos sorprendan y atrapen…

Jesús, que nuestro ser y hacer haga posible tu Reino.

• Padre, despierta gestos proféticos entre nosotros: eclesiales, comunitarios, personales para que no nos conformemos con vivir una fe sabida, conocida, ritualizada, sin sobresaltos y sin profetismo.

Jesús, que nuestro ser y hacer haga posible tu Reino.

Padre bueno, concédenos la gracia de ser hombres y mujeres que llevan a cabo acciones proféticas, acciones que rompan la tranquilidad en la que estamos instalados. Te presentamos nuestros sinceros deseos por la mediación de tu hijo Jesús.

Vicky Irigaray