Hermanos y hermanas, Pedro cuando reconoce al Señor, se ciñe la túnica, es decir: opta por el servicio; se tira al agua, es decir, dispuesto a dar la vida; y se sienta a la mesa para compartir el fruto de la pesca con los hermanos. Oremos.

Padre, que nos sintamos enviados a compartir la vida

• Padre bueno, que la Iglesia sea espacio que propicie el encuentro personal con el Resucitado, porque sólo desde la adhesión con Jesús de Nazaret es posible la transformación personal y comunitaria.

Padre, que nos sintamos enviados a compartir la vida

• Padre bueno, que a los creyentes se nos reconozca por la firmeza y delicadeza en nuestro hacer, por nuestro empeño en vivir sirviendo a los más desfavorecidos y por nuestro compartir lo que somos y tenemos.

Padre, que nos sintamos enviados a compartir la vida

• Padre bueno, que todos y todas nosotras optemos por seguir al Resucitado, siendo alimento para vivir y compartir hasta gastar nuestra vida a favor de los demás.

Padre, que nos sintamos enviados a compartir la vida

• Padre bueno, te rogamos por todos los hombres y mujeres en misión, que tengan siempre presente que el fruto de su misión depende de vivir atentos a tu Palabra, siguiendo las huellas de tu hijo Resucitado.

Padre, que nos sintamos enviados a compartir la vida

• Padre bueno, que todos los hombres y mujeres necesitados de una palabra y gesto de vida nos encuentren cercanos, queriendo compartir su día a día, siendo aliento y amor en sus caminos.

Padre, que nos sintamos enviados a compartir la vida

Padre bueno, te rogamos en este tiempo pascual nos concedas la gracia de ser una comunidad transformada por el seguimiento de tu hijo Jesús; que seamos espacio de amor, misión y libertad. Te damos las gracias por tu hijo Resucitado.

Vicky Irigaray