Hermanos y hermanas, Jesús, con sus palabras y actitudes escandalizó infinidad de veces a las personas más religiosas de su entrono. Lo mismo nos puede estar pasando hoy. Oremos.

Padre, que seamos rostro de tu amor gratuito.

• Que la Iglesia sienta inclinación por los más pobres, que sea el rostro de nuestro Dios que busca precisamente a los más perdidos.

Padre, que seamos rostro de tu amor gratuito.

• Que los creyentes seamos signo de la gratuidad ilógica y gozosamente desconcertante de la misericordia de Dios a favor de los marginados y despreciados de nuestro mundo.

Padre, que seamos rostro de tu amor gratuito.

• Que el vivir y ser de nuestras comunidades parroquiales y religiosas rompa los esquemas, normas y costumbres que imperan en nuestro entorno; que lo nuestro sea la gratuidad, la solidaridad, la acogida y las relaciones que siempre incluyen.

Padre, que seamos rostro de tu amor gratuito.

• Que cada uno de nosotros también tomemos la iniciativa, como el pastor y la mujer del evangelio de hoy, acercándonos a quién Dios se acerca, buscando a quien Dios busca, alegrándonos con la alegría del encuentro y del servicio.

Padre, que seamos rostro de tu amor gratuito.

Padre bueno, concédenos la gracia de sentirnos valiosos para ti, únicos en tu corazón de Padre/Madre y que ésta experiencia nos lance al encuentro de los desheredados de éste mundo. Te damos las gracias por tu Hijo Jesús, nuestro Maestro.

Vicky Irigaray