Hermanos y hermanas, el relato de la huida de Egipto es una llamada de atención, supone creer y reconocer que Jesús sigue siendo “Dios con nosotros” en los desplazados, en los refugiados, en los emigrantes actuales. Oremos.

Queremos ser semilla de un mundo nuevo

• Que la Iglesia proclame su fe en un Dios solidario, Padre de todos, un Dios hijo refugiado en Egipto y se deje conducir por el Espíritu hacía los marginados, desplazados y emigrantes donde Dios se sigue encarnando hoy.

Queremos ser semilla de un mundo nuevo

• Que la familia sea el espacio donde se ofrezca la ternura, la seguridad, la atención y el cuidado que necesitan los niños y niñas para crecer dignamente. Que los mayores de nuestras familias se sientan protegidos, seguros, reconocidos, valorados y queridos

Queremos ser semilla de un mundo nuevo

• Que todos nosotros trabajemos con responsabilidad, y en la medida de nuestras posibilidades, para que no haya más niños en la calle, ni exista el tráfico de órganos infantiles, ni haya niños que mueran de hambre.

Queremos ser semilla de un mundo nuevo

• Que en nuestra sociedad sean cada día más las voces que se alcen para defender los derechos de las personas y las reivindicaciones de los diferentes grupos de emigrantes, refugiados, marginados y excluidos.

Queremos ser semilla de un mundo nuevo

• Que sepamos agradecer y bendecir la vida anónima de tantos hombres y mujeres que silenciosamente hacen crecer el mundo y son semillas de Sabiduría, de Buena Noticia, presencia de Dios que anda en nuestro mundo.

Queremos ser semilla de un mundo nuevo

Padre bueno, despierta en cada uno de nosotros el deseo de hacer presente la fuerza humanizadora de tu Evangelio, que hagamos de nuestras familias un lugar cálido de experiencia humana y solidaria. Te damos las gracias por la familia de Nazaret y por cada una de nuestras familias.

Vicky Irigaray