Hermanos y hermanas, los pastores corren a ver al Niño. Ellos escuchan se ponen en camino, comprueban, creen, gozan, alaban y anuncian. ¡Casi nada! Oremos.

María, enséñanos el camino de la sencillez, de lo pequeño.

• Que la Iglesia proclame en María el modelo cristiano: cómo avanzar en el camino hacía el Dios de nuestra esperanza que se encarna y hace presente en nuestro mundo e historia.

María, enséñanos el camino de la sencillez, de lo pequeño.

• Que los creyentes no busquemos a Dios en lo maravilloso o extraordinario, sino en lo cotidiano, en el simple nacer de cada ser humano, en los signos de cercanía, en las alternativas más simples y vulgares de la vida.

María, enséñanos el camino de la sencillez, de lo pequeño.

• Que nosotros no nos olvidemos que no puede haber Navidad, ni Buena Noticia, ni año nuevo si no somos capaces de descubrir en los rostros sufrientes de los pobres, enfermos, emigrantes y excluidos, los rasgos de Dios.

María, enséñanos el camino de la sencillez, de lo pequeño.

• Que sepamos cuidar, reconocer, valorar, agradecer y favorecer lo femenino; que ninguna mujer más muera por violencia de género, que ninguna mujer sienta pisotear sus derechos, que ninguna mujer sufra simplemente por ser mujer.

María, enséñanos el camino de la sencillez, de lo pequeño.

• Que la paz, tarea y responsabilidad de todos y cada uno, sea posible en nuestro mundo: que favorezcamos el respeto a la dignidad personal, que propiciemos una cultura solidaria donde se compartan los bienes y la justicia sea real.

María, enséñanos el camino de la sencillez, de lo pequeño.

Padre bueno, tú nos recuerdas en María que toda existencia humana, aún en su pequeñez y debilidad, es sagrada y expresión de tu constante acción salvadora; concédenos la gracia de ser cauces de tu Buena Noticia en lo pequeño, en lo sencillo, en lo de cada día. Te damos las gracias por María…

Vicky Irigaray