Hermanos y hermanas, la llamada hoy es a emigrar de nuestra zona acomodada como creyentes a la zona del discipulado; pasar de cumplir la Ley a seguir a Jesús. Oremos.

Queremos ser tus discípulos, Jesús.

• Que la Iglesia sea referente de una vida adherida a Jesús, donde lo importante es el seguimiento, la cristificación y no el cumplimiento de la norma y la conservación de las estructuras.

Queremos ser tus discípulos, Jesús.

• Que nuestras comunidades parroquiales y religiosas sean comunidades fraternales y sororales, no patriarcales o matriarcales; con relaciones internas horizontales y no verticales.

Queremos ser tus discípulos, Jesús.

• Que nuestras actividades pastorales sean escuelas de seguimiento, de discipulado, sintiéndose responsable de la vida del pobre, compartiendo el pan, la vida y la fe.

Queremos ser tus discípulos, Jesús.

• Que todos nosotros seamos, con nuestra vida, una palabra de esperanza, de horizonte y de aliento en este tiempo donde el pesimismo, la desilusión y el cansancio parece acampar a sus anchas.

Queremos ser tus discípulos, Jesús.

• Que entre todos sea posible el servicio gratuito, el compartir generoso, la palabra oportuna que alienta y sostiene; la vida al estilo de Jesús.

Queremos ser tus discípulos, Jesús.

Padre Madre buena, que descubramos el gozo de la entrega al hermano, que vivamos en clave de servicio, atentos y atentas en el transcurrir de nuestra vida: te damos las gracias por tu Hijo Jesús quién fue coherente hasta entregar la propia vida por Amor.

Vicky Irigaray