2º DOMINGO DE NAVIDAD
Vicky IrigarayHermanos y hermanas, la Palabra se ha hecho carne, ha acampado entre nosotros. Nos habita la Palabra, somos Palabra encarnada; como Jesús poseemos la Vida en plenitud dentro de nosotros. Oremos.
La Palabra nos habita, somos Palabra encarnada
• Que la Iglesia sea Palabra encarnada, invitación y propuesta siempre de Vida, llamada al servicio de los más desfavorecidos y referencia de misericordia.
La Palabra nos habita, somos Palabra encarnada
• Que los creyentes tomemos conciencia de que en nosotros está la llamada a ser en plenitud, a favorecer el crecimiento de toda la humanidad que nos habita.
La Palabra nos habita, somos Palabra encarnada
• Que nuestras comunidades parroquiales y religiosas sean espacios de acogida para todos los que necesitan una palabra de aliento, un abrazo de paz, una mano que acompañe.
La Palabra nos habita, somos Palabra encarnada
• Que todos y todas nosotras seamos Palabra encarnada en lo de cada día, compartiendo tiempo, bienes, y vida especialmente con los que hemos situado en los márgenes de nuestro mundo.
La Palabra nos habita, somos Palabra encarnada
• Que nuestros hogares sean escuelas de Vida comprometida con los demás: con las personas mayores, con los enfermos, con los que viven en soledad, con los que sufren el paro…
La Palabra nos habita, somos Palabra encarnada
Padre Madre buena, que la celebración de este tiempo de Navidad despierte en nosotros y nosotras la conciencia y el compromiso a ser Palabra encarnada: luz que alumbra y llama a la Vida.
Vicky Irigaray