Hermanos y hermanas, en medio de la noche oscura de la humanidad, nos reunimos para celebrar con gozo la luz que nos ha llegado, el anuncio de una Buena Noticia para todo el pueblo. Oremos.

Queremos ser luz y Buena Noticia

• Que nuestros ojos se desconcierten porque están acostumbrados a detenerse en lo que brilla, en lo que llama la atención y esta noche tienen que descubrir al Niño en la penumbra de lo pequeño y escondido.

Queremos ser luz y Buena Noticia

• Que nuestro corazón se estremezca porque para acercarse al Niño tiene que hacerlo desde la ternura, desde el asombro, desde el desarme, desde la esperanza.

Queremos ser luz y Buena Noticia

• Que nuestros pies se resientan porque tienen que ponerse en marcha hacía los desamparados, hacía las periferias y salir al encuentro de los que andan perdidos.

Queremos ser luz y Buena Noticia

• Que nuestro orgullo se sienta herido porque para encontrar al Niño hay que bajar y no subir, hay que ser sencillo sin títulos, hay que amar y no mandar.

Queremos ser luz y Buena Noticia

• Que nuestra fe se sienta pequeña y frágil, porque ha de reconocer en el Niño del pesebre toda la fuerza del Reino y la encarnación de todas las promesas hechas por los profetas.

Queremos ser luz y Buena Noticia

Padre Madre buena, que el niño que somos cada uno de nosotros nos despierte por dentro, sólo así nos encontraremos con el Niño del pesebre y con el Dios que nos habita.

Vicky Irigaray