Hermanos y hermanas, Jesús nos recuerda que el amor está por encima de las leyes religiosas, sociales y morales. Lo primero es liberar de todo mal a cada persona. Oremos.

Que nos mueva siempre el amor

• Soñamos con una Iglesia que sea la comunidad de los hombres y mujeres que buscan ser cauce de sanación, liberación, bendición…

Que nos mueva siempre el amor

• Anhelamos comunidades parroquiales y religiosas que ofrezcan acogida, interés y escucha a todas las personas que resultan invisibles y no productivas para este mundo.

Que nos mueva siempre el amor

• Necesitamos que todos los creyentes seamos testigos y pregoneros del poder de la bondad, de la palabra, de la acogida, del perdón y del amor.

Que nos mueva siempre el amor

• Deseamos ser colaboradores del Reino: siendo fermento de un mundo distinto: más humano, más fraterno, más justo, más solidario, más sin fronteras.

Que nos mueva siempre el amor

En el contexto de esta celebración renovamos nuestro deseo de ser sembradores del Reino proclamado por Jesús de Nazaret. Que a través de cada uno y cada una de nosotras llegue el amor a todos los rincones de este mundo.

Vicky Irigaray