DOMINGO DE RAMOS
Rafael Calvo BecaAcción de gracias
Realmente es nuestra obligación darte gracias, Padre Dios,
y de modo especial en esta fiesta del Domingo de Ramos,
porque obra tuya es el universo entero
y lo sigues sosteniendo,
porque somos fruto de tu amor y nos das la vida.
Es justo que te demos gracias porque eres un buen Dios,
que amparas a todos los seres humanos por igual,
sin reparar si somos más ricos o más pobres,
más o menos cultos, creyentes o no,
más o menos cumplidores.
Para ti, sólo somos hijos tuyos, todos somos tus hijos. Gracias, Padre.
Queremos ahora unir nuestras voces
a las de todo el género humano, para bendecir tu nombre,
aclamarte y proclamar tu infinita bondad.
Memorial de la Cena del Señor
Queremos dedicar la semana que hoy comienza
a recordar los últimos días de la vida de Jesús,
su pasión y su muerte.
Tenemos vivas todas las imágenes de sus sufrimientos
a lo largo de aquel primer vía crucis,
y de verdad que nos siguen doliendo en el alma.
Pero también queremos ser conscientes
de que otros muchos hijos tuyos
están ahora sufriendo en sus carnes toda una pasión,
que se nos están muriendo de hambre y sed
y toda suerte de violencias.
A modo de testamento, Jesús nos explicó
en dos gestos y unas pocas palabras
que nuestra vida, como la suya,
no puede tener otro sentido
que entregarla por amor a tantos hermanos
que imploran nuestra ayuda.
Invocación al Espíritu de Dios
Envía tu Espíritu en medio de nosotros,
para que caminemos por el sendero que Jesús nos enseñó.En un mundo en crisis,
donde la esperanza brilla por su ausencia,
queremos ser profetas de la esperanza.
En un mundo triste, donde predominan las malas noticias,
queremos ser portadores de consuelo y de buena nueva.
En un mundo que malvive en situaciones de opresión,
queremos estar del lado de los excomulgados de la vida.
Y denunciar formalmente, como Iglesia de Jesús,
las injusticias que sufren, por las que mueren,
tantos seres humanos, hermanos nuestros.
Te agradecemos, Señor, ahora todo lo bueno
que han hecho por nosotros nuestros familiares difuntos,
que ya sólo viven en ti.
Nos unimos en una sola comunidad
a todas las personas de buena voluntad,
para prometerte que pondremos todo nuestro empeño
en hacer un mundo más justo y solidario.
AMÉN.
Rafael Calvo Beca