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LA BASE DE LA IGLESIA (2)

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En la iglesia de Jesús la base no es el poder. Es el Espíritu.

El Espíritu habita en la base. No en el Poder.

Una multitud es la suma de individuos. La multitud puede ser de mamut, de corderos, de elefantes, de hormigas, de abejas. Y de hombres.

La naturaleza enseña que donde hay una multitud es imprescindible una organización. Y la organización desemboca en estructura de poder. La naturaleza enseña que una multitud sin estructura de poder está abocada a la estampida, a la desintegración.

Pero Jesús preguntó:

Mc 9, 33-37

33 - ¿De qué hablabais en el camino?

34 Ellos guardaban silencio, pues en el camino habían discutido entre ellos sobre quién era el más grande. 35 Entonces se sentó, llamó a los Doce y les dijo:

- Si uno quiere ser primero, ha de ser último de todos y servidor de todos.

36 Y cogiendo al chiquillo, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:

37 - Quien acoge a uno de estos chiquillos, como si fuera a mí mismo, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, más que a mí, acoge al que me ha enviado.


Los más amigos daban vueltas a la futura estructura de poder:

Mc 10, 35-45

35 Se le acercaron Santiago y Juan, los dos hijos de Zebedeo, y le dijeron:

- Maestro, queremos que lo que te pidamos lo hagas por nosotros.

36 Pero él les preguntó:

- ¿Qué queréis que haga por vosotros?

37 Le contestaron ellos:

- Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda el día de tu gloria.

38 Jesús les replicó:

- No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de pasar el trago que voy a pasar yo, o de ser sumergidos por las aguas que van a sumergirme a mí?

39 Le contestaron:

- Somos capaces.

Entonces Jesús les dijo:

- El trago que voy a pasar yo, lo pasaréis, y las aguas que van a sumergirme a mí os sumergirán a vosotros; 40 pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no está en mi mano concederlo más que a aquellos para quienes está preparado.

41 Al enterarse, los otros diez dieron rienda suelta a su indignación con Santiago y Juan. 42 Jesús los convocó y les dijo:

- Sabéis que los que figuran como jefes de las naciones las dominan, y que sus grandes les imponen su autoridad. 43 No ha de ser así entre vosotros; al contrario, el que quiera hacerse grande entre vosotros ha de ser servidor vuestro, 44 y el que quiera entre vosotros ser primero, ha de ser siervo de todos; 45 porque tampoco el Hijo del hombre ha venido para ser servido, sino para servir y para dar la vida en rescate por todos.

Quizá sea ésta una de las enseñanzas de Jesús más hiriente, casi como una bofetada a los dirigentes de lo conocido como Cristiandad histórica o Iglesia oficial.

Según Juan Mateos, "en ningún lugar del evangelio de Marcos se atribuye a los Doce una función dirigente; es más, cuando los discípulos/los Doce o alguno de ellos pretenden arrogarse un rango superior, Jesús los corrige con severidad".

Los Doce no sustituyen a los jefes de las antiguas doce tribus. El "Doce evangélico" es el modo de llamar al nuevo pueblo impulsado por Jesús. El Israel antiguo ha caducado. Comienza el nuevo reino de su Padre. Comienza el final – el periodo escatológico – de un largo proceso. Se anuncia un nuevo modo de convivencia. La dinámica de la naturaleza no da para más. Se acabó la Torá. Se inauguran las bienaventuranzas. La nueva mesa. Ya no hay sirvientes para lavar los pies. Es un mundo nuevo. El Reino del Padre. La iglesia de Jesús.

En el Concilio Vaticano II se enfrentaron dos tsunamis que venían acumulándose desde muy lejos. El momento del choque era la ponencia central (en leguaje curial: El Esquema). El nombre de esta ponencia, madre de todas las ponencias: "De Ecclesia".

¡Curioso! Después de 20 siglos, llegan a Roma, desde todas las partes del mundo, más de 2.500 obispos y el problema más agudo es intentar saber qué es la Iglesia.

Eran los primeros días de diciembre de 1962. Los padres conciliares se iban antes de Navidad a sus casas para volver a Roma en septiembre de 1963. La pregunta era: ¿empezamos, en los pocos días que restan antes de irnos, el Esquema sobre qué es la Iglesia, o lo dejamos para la vuelta?

Ottaviani no quería tocar el tema. Intentó meter de soslayo - y saltándose sus competencias - una ponencia fervorosa y de relleno navideño: La Virgen María. No olvidemos lo que nos enseña la historia. Cuando un papa, o la curia, no quiere reformar nada, enfervoriza a las masas con tres temas con gancho popular: la Virgen María, los congresos eucarísticos y la exaltación del papado.

De nuevo salió derrotado Ottaviani. El Concilio comenzó el estudio de la ponencia. Gran titular de la prensa, con grandes caracteres y en primera página: "La derrota de Ottaviani". Otro periódico llega a decir:"Nadie quiere darle una dosis de arsénico a Juan XXIII, pero existe contra él cierto ambiente retrógrado, fanático, oscurantista, que teme perder su poderío absoluto" Y otro añade: "Los padres se revelan más peligrosos que los laicos"

El problema es, sencillamente, que al hablar de Ecclesia, se va a hablar de poder. Del poder monárquico y absoluto del Papa. Y la curia romana no admite que ese poder se reparta ni comparta, ni siquiera con los obispos. Si se comparte el poder, la curia romana perdería fuerza. Incluso su razón de ser. El tinglado del Vaticano se puede venir abajo.

Lo que pudre a la iglesia del Vaticano es el poder. Lo que retarda la venida del Espíritu es el poder, el escalafón. La creencia de que el Espíritu que dejó Jesús está vinculado y sometido a ese sistema clerical (funcionarial) pagano y que actúa como "los señores de este mundo".

Queramos o no queramos. Vayamos más lentos o más despacio, nadie va a cambiar la verdad de Jesús. Aunque ya desde el principio: antes de morir, apenas resucitado, en los primeros avatares de las comunidades cristianas fue el "poder" el cáncer.

Conviene estudiar la historia:

o Las primeras comunidades de creyentes, por ejemplo la primera comunidad, la de Jerusalén, con el hermano de Jesús, Santiago, actuando como heredero.
o Más tarde, el poder político escogiendo a Roma como la base del poder religioso de la incipiente Cristiandad.
o La primera gran ruptura entre oriente y occidente: Roma y Constantinopla. Por el poder, la arrogancia de dos miserables e ignorantes (el papa Humberto y el patriarca Cerulario) se excomulgan uno al otro.
o El cisma en occidente con tres papas a la vez. Cada uno con una empanada de teología y poder. Siglo XV.
o El Concilio de Constanza soluciona el cisma dejando claro que la Iglesia toda es quien ostenta el poder. Depone a los tres papas y nombra a Martín V. Este concilio no gusta en Roma. Se le trata de ocultar. Incluso a algún estudioso que quería profundizar en sus papeles, se le ha vedado. El nudo de la cuestión de ese concilio y de su ocultamiento es el poder,
o El Concilio Vaticano I declaró la infalibilidad de modo poco ortodoxo y apresurado. Fue un concilium interruptum. Roma no quiere revisar.

Conviene estudiar y aplicar el Nuevo Testamento.

Ya se sabe mucho de los escritos evangélicos después de tantos trabajos históricos y exegéticos, sobre qué son los apóstoles, qué es Pedro y cual su papel. La Biblia mal interpretada nos lleva al muñequito de barro y a la serpiente.

"La Iglesia, en vez de conducir a los hombres a Cristo, los aparta de Él. El mundo espera que la Iglesia se interrogue a sí misma"

Esto es lo que decía en el Vaticano Monseñor Huyghe, obispo de Arras.

 

Luís Alemán


Iglesia de base. Base de la iglesia. Continuará.

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