LA FAMILIA
Rafael Calvo BecaAcción de gracias
Gracias de todo corazón, Señor Dios,
porque nos has acompañado todos los días de nuestra vida
con el calor de tu presencia paternal y maternal,
sin interferir en nuestra libertad,
pero alentándonos, dándonos siempre la fuerza y la vida.
Gracias, Señor, por cuanto has hecho por la humanidad.
Eres nuestro Padre y Madre común, somos tu gran familia,
nos sentimos hermanos de todos los seres creados por Ti.
Para Ti somos todos iguales, igualmente queridos.
Por eso, todos juntos, hermanados,
queremos expresarte nuestro cariño de hijos,
con este himno de agradecimiento.
Memorial de la Cena del Señor
Te damos gracias, muchas gracias, por Jesús de Nazaret,
tu hijo primogénito y honra de la humanidad.
Nos alegra que forme parte de nuestra gran familia.
Le pusieron por nombre Jesús, Joshua,
que significa "Yahveh es salvación",
bendito nombre y merecido
porque, a través de su mensaje y de su ejemplo,
hemos encontrado en Ti la salvación
y nos hemos sentido liberados, libres.
Queremos hoy darte gracias
por todos los familiares que cuidaron de Jesús
y en especial por María y José, padres ejemplares,
que le educaron en tu amor y en los buenos hábitos.
Moldearon el corazón compasivo de Jesús,
le enseñaron a rezar y le infundieron un espíritu libre
pero comprometido con la causa del Reino.
Aprendió pronto Jesús a identificarse contigo.
Te sintió muy adentro y te llegó a llamar 'Abba',
porque se sentía sencillamente hijo tuyo y muy querido.
De su experiencia personal e íntima nació su testamento que se resume en revelarnos que eres un buen Padre.
Invocación al Espíritu de Dios
En esta ocasión, Padre santo,
te pedimos una bendición especial para todas las familias.
Que en cada situación a lo largo de nuestra vida,
sea como hijos, hermanos, esposos, padres o abuelos,
nos ayudemos mutuamente, en el ámbito de la familia,
a desarrollar nuestro potencial humano
y aprendamos a mirar e interesarnos por los demás.
Te rogamos también por toda la comunidad cristiana.
Haznos conscientes de que para ser herederos de Jesús
y considerarnos verdaderamente parte de su familia,
hemos de querer a todos como hermanos,
y ayudarnos mutuamente a crecer en tu amor.
Queremos darte gracias también, Señor,
por nuestros familiares y amigos difuntos,
que ya has acogido en tu seno maternal.
Unidos a la gran familia de los seres humanos,
y en el nombre de tu hijo Jesús,
queremos elevarte nuestra mejor plegaria,
la oración que empieza por invocarte como Padre
y termina pidiéndote que nos protejas de todo mal,
AMÉN.
Rafael Calvo