AL PRÓJIMO LO QUE ES DEL PRÓJIMO
Vicente Martínez"Dios se manifiesta en Jesús, un hombre. En un ser humano, Jesús de Nazaret, entendemos a Dios, y en nuestros hermanos le servimos" (J. Enrique Galarreta)
19 de octubre, domingo XXIX de TO
Mt 22, 15-21.
-Maestro, nos consta que eres sincero, que enseñas con fidelidad el camino de Dios y que no te fijas en la condición de las personas porque eres imparcial.
-Pues dad al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.
En la lectura del texto de Isaías, el Señor inviste al rey persa Ciro –"a quien lleva de la mano" (Is 45, 1)-, como ungido para liberar a todos los cautivos de Israel, sometidos por sus antecesores asirios y babilonios. Dios no le hace ascos a aliarse con la sociedad pagana cuando los ungidos de su Pueblo son incapaces de salvarlo.
Jesús expone con claridad los niveles de competencia de lo divino y de lo humano, aunque sin pretender poner en un plano de igualdad el reino de Dios y el del César, ni establecer tampoco dos órdenes separados: "Pues dad al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios" (Mt 15, 21).
Esto es lo que Jesús propuso hace veinte siglos, pero la Iglesia Romana de Pedro –la de los pies de piedra- ha sido más bien gobernada por dictadores vitalicios como en los tiempos del César. Un Imperio o República religiosa petrificada, que se ha escindido en cancerosas repúblicas de orden totalitario. Los responsables del Ambulatorio Eclesial siguen negándose –Pueblo duro de cerviz (Dt 9, 13)- a la implantación de un monitor Holter en su pecho, que registre los ritmos cardíacos en el Cuerpo de la Iglesia.
Esta inconsciencia de los poderes del Ambulatorio está haciendo que tengamos que lamentar con el místico que "La fe es un oasis en el corazón que nunca va a ser alcanzado por la caravana de los pensamientos" (Khalil Gibrán). Los pensamientos de Jesús, los deseos de la Comunidad Cristiana que desea vivir con autenticidad los valores de la fe, de la esperanza y de la caridad, que propone el Evangelio.
Las Sociedades, las Instituciones, las Personas..., todo lo que no evoluciona con el ritmo natural de los tiempos, termina petrificado en un amenazante fundamentalismo para ellas y para quienes sí lo han hecho. La inmadurez y el gusano corrosivo del ser se han instalado en su existencia. Es como detener el reloj de la Creación. Como corregirle la plana a Dios apagando con un soplo diabólico el Fiat Lux genesíaco de los orígenes de la vida. Lo que afectaría a todas las criaturas.
El Reino de Dios es un estado de plenitud alcanzada por cada una de dichas criaturas. Pero no es una plenitud estática, sino dinámica –en evolución constante- que cambia cada día. Una evolución no siempre positiva, de progreso. Puede serlo también –y esto es involución- de retroceso. La película Sed del mal de Orson Welles lo pone de manifiesto en el relato de una compleja historia sobre el poder y la corrupción.
Pero, afortunadamente, se abre un claro en el horizonte espiritual de la nueva Sociedad. Willigis Jäger lo vislumbra en Sabiduría Eterna: "El misterio que se esconde detrás de todos los caminos espirituales. El hombre religioso del presente, viene a decir, ya no busca apoyo dentro de un 'edificio de fe', pues con frecuencia ya no encuentra respuestas en la forma de pensar religiosa tradicional. Lo que le importa es una orientación y, por eso, recibir respuestas a la pregunta por el sentido de su vida en el siglo XXI"
Una respuesta que autores como Marie Romanens y Patrick Guérin extienden a todo nuestro ser físico y psíquico elaborado por el medio exterior y el interior: "Como un segundo útero, nuestro entorno ha modelado nuestro cuerpo físico y nuestra psique. El medio interviene en la construcción de nuestro ser influenciando con sus características nuestra manera de ser y de estar en el mundo": (Pour une Écologie Intérieur).
Hasta el propio Julio César Augusto –el César por antonomasia- en la película dirigida por Mankiewicz, Marco Antonio dice de él en su Oración Fúnebre que César lega en su Testamento al Pueblo Romano: "todos sus paseos, sus quintas particulares y sus jardines, recién plantados a este lado del Tíber. Los deja a perpetuidad a vosotros y a vuestros herederos, como parques públicos, para que os paseéis y recreéis". El protagonista deja caer esta lamentación, quizás como antelación de lo que todos hoy pensamos: ¡Éste sí que era un César! ¿Cuando tendréis otro como él?
Así es como damos Al prójimo lo que es del prójimo. Porque si no es del prójimo no es de Dios. Y así es como, en palabras de Enrique Galarreta,"Dios se manifiesta en Jesús, un hombre. En un ser humano, Jesús de Nazaret, entendemos a Dios, y en nuestros hermanos le servimos".
ADULTEZ
A un discípulo que siempre estaba rezando le dijo el Maestro: "¿Cuándo dejarás de apoyarte en Dios y llegarás a ser independiente?
El discípulo no salía de su asombro: "¡Pero si has sido tú el que nos ha enseñado a considerar a Dios como Padre!"
"¿Cuándo aprenderás que un padre no es alguien en quien puedas apoyarte, sino alguien que te ayuda a librarte precisamente de tu tendencia a apoyarte?"
Tony de Mello, ¿Quién puede hacer que amanezca?
Vicente Martínez