Buscador Avanzado

Autor

Tema

Libro de la biblia

* Cita biblica

Idioma

Fecha de Creación (Inicio - Fin)

-

LA ESENCIA DE LO HUMANO

Rate this item
(6 votes)

Un dogma es una proposición categórica sin base argumental alguna, es decir, algo que se afirma rotundamente aunque no se pueda demostrar. Cuando hablamos de dogmas, nos vienen a la mente los de la iglesia católica, pero los hay en todas las disciplinas y todos los ámbitos. Por ejemplo, el dogma básico de la cultura cientifista —en la que estamos inmersos— reza así: "No existe más realidad que la que vemos o entendemos" (Stephen Howking); dogma éste que podemos formular de forma más radical: "Es falso todo lo que escapa al ámbito científico".

En psicología, el dogma de los conductistas radicales, como John Watson, dice que "No existe línea divisoria alguna entre el hombre y el bruto".., lo que implica negar la existencia de la mente humana. Peor nos lo ponen los padres de la psicología cognitiva, como Edwin Boring, que afirman que las personas son máquinas, y que "Desde el punto de vista funcional, no existe diferencia alguna entre un ser humano y un ordenador" (olvidando, quizás, que son los humanos los que programan a los ordenadores, y no al revés).

El hecho cierto es que en los últimos tiempos ha habido demasiada gente interesada en reducir al ser humano a su condición animal, o incluso, a una simple máquina inteligente, configurando así su penúltimo dogma: "No existe la Naturaleza Humana" (Jean Paul Sartre)... Pero claro, tanto dogma concatenado invita a pensar que su objeto, es apuntalar el dogma por excelencia del progresismo intelectual: "No hay Dios"...

Pero si olvidamos los dogmas y aplicamos el sentido común, es posible que lleguemos a conocer un poco mejor nuestra esencia. En este ejercicio, el primer rasgo diferencial que encontramos es nuestra facultad de pensar y de expresar nuestras ideas a través del lenguaje.

Ligada a ella, hallamos nuestra capacidad de distinguir entre que nos conviene y lo que nos apetece, y de elegir entre ambas con cierta libertad. Lo cual nos lleva a otra peculiaridad típicamente humana: la búsqueda de la propia perfección, la de la sociedad que nos acoge y el entorno que nos alberga. Finalmente, este primer rasgo distintivo —la facultad de pensar— nos permite conocer las leyes que rigen la Naturaleza, y actuar sobre ella para adaptarla a nuestros deseos hiriéndola sin piedad.

El segundo rasgo consiste en que el ser humano es consciente de sí mismo y capaz de plantearse las preguntas límite de su existencia: ¿Por qué hay algo y no nada? ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? ¿De dónde venimos?... En lo más hondo de sí, tiene grabados los conceptos de bien y de mal, lo que significa que no sólo es un animal pensante, sino ante todo, un animal moral, tal y como lo define el filósofo más respetado de la modernidad, Inmanuel Kant.

El tercero es de carácter espiritual. El hombre es capaz de expresar sus ideas, valores, sentimientos y emociones a través del arte —máxima expresión de la creatividad humana—, y trasmitirlos a quien se acerca a él. También es capaz de Dios. Es difícil considerar la religión como algo adjetivo en relación al ser humano, sino sustantivo; constitutivo de su naturaleza. En la religión el hombre busca la interpretación al sentido de la vida, motivación para vencer sus reveses y unos valores propios y exclusivos de los seres humanos.

Pero lo que mejor define la esencia de lo humano es su humanidad, es decir, esa facultad de sentir cariño por la gente, de compadecerse de quienes lo pasan mal, de solidarizarse con ellos, de no permanecer indiferentes e inactivos ante la desgracia ajena... Por eso, parafraseando a José Enrique Ruiz de Galarreta, podemos decir que "Teresa de Calcuta ha mostrado la esencia de lo humano mucho mejor que todos los filósofos de la historia".

 

Miguel Ángel Munárriz

Read 4093 times
Login to post comments