UNA FE EN LIBERTAD
Vicente Martínez”Una cosa no me podéis quitar: el amor que tengo a los hombres, incluso a vosotros, mis verdugos” (Mahatma Gandhi)
23 de agosto, domingo XXI del TO
Jn 6, 60-69
Simón Pedro le contestó: Señor, ¿a quién iremos? Tú dices palabras de vida eterna
Jesús quiere una fe en libertad, sin control ni manipulación de las conciencias, sin despersonalizaciones institucionalizadas. Como las que regían en aquellas Instituciones que Don Quijote vituperaba en su consejo al Escudero: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones…y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”.
En una de sus más inspiradas composiciones, escrita en una tesitura extrema, la Misa Solemneen Re mayor, Ludwig von Beethoven insiste en lo mismo. Su audición nos transporta a niveles de comunión con las restantes criaturas. La Misa, explica, “intenta llevar al ser humano al límite de sus fuerzas hasta convertirle en un ser libre, consciente de que en la Creación todo está conectado y que él, junto con Dios, forma parte de ese organismo”.
Vivir con una fe en libertad es vivir con el alma libre. Es tomar conciencia de que sin ella no se puede amar a Dios ni a los hombres. Ni a ninguna de sus criaturas. Yo quiero comulgar con todas ellas. Que tu cuerpo y tu sangre me transformen en una misma cosa. No me echaré para atrás ni dejaré de andar contigo, como dice Juan hicieron muchos de tus discípulos (Jn 6, 66). Tu discurso sobre el pan de vida provocó una profunda crisis entre tus seguidores.
Crisis que destruye porque se centra en el ser para sí, frente al ser para el otro, que construye y desarrolla. Y como dice Nacho Nazábal sj “se hace libre de todo, el ser que cons Jesús quiere una fe en libertad, sin control ni manipulación de las conciencias, sin despersonalizaciones institucionalizadas igue ser señor de sí mismo”. Mahatma Ghandhi mostró serlo cuando dijo: ”Una cosa no me podéis quitar: el amor que tengo a los hombres, incluso a vosotros, mis verdugos”.
La voluntad sólo puede elegir lo mejor -Libertas est ad bonum- proclamaba la Escolástica. Y sin armonía con la armonía propia, no hay libertad de elección. En todo caso habrá únicamente cacofonía y libertinaje. “Tus visiones se aclararán sólo cuando puedes ver en tu propio corazón. Quien ve hacia afuera, sueña; quien ve hacia adentro, despierta” (Carl Jung).
Hacia adentro debió mirar el gran compositor Arvo Pärt (Paide –Estonia- 1935) cuando su Credo para piano, coro y orquesta le condujo a una profunda crisis espiritual y artística, obligándole a un replanteamiento radical de su vida personal y profesional.
La Fe en libertad explosiona con frecuencia en crisis salvadoras que nos liberan de ataduras, muchas veces ya inexistentes, pero que nos impiden seguir la caravana. Como le ocurrió al camello del cuento de Tony de Mello, al que el muchacho cuidador no podía atar porque le faltaba una cuerda. “Mira, le dijo el guía, los camellos son muy tontos, así que, después de atar a todos los demás, acércate al lado del último y haz como que lo atas. Se va a creer que le estás atando y se va a quedar quieto”.
BILLETE DE IDA Y VUELTA
Estaba en la taquilla haciendo cola
esperando mi vez para el billete.
Billete extraño
sin número de asiento,
sin hora de salida.
De la estación
“Último Tramo de la Vida”
salían constantemente trenes.
Mis amigos me abrazan,
me estrechan y me insisten
que pida billete de ida y vuelta:
-pues te necesitamos, dicen ellos.
Tanta fue la alegría que me dieron
que volví a la taquilla
y dije al taquillero:
-Aquí está mi billete,
déselo a cualquier otro viajero.
Y sin pensarlo más subí a otro tren
que hacia la vida iba de nuevo.
Me asomé al paisaje, miré al cielo,
y al Gran Patrón le dije:
-Señor,
¿no es ser infiel abandonar el barco
cuando me queda tanto por hacer?
Me respondió que sí. Yo le hice caso.
Me preguntaron mis amigos
-¿Qué ha pasado?
Y yo les contesté con el poeta
deshojando mareas con los dedos:
-He regresado para muchas cosas,
y también he venido a mirarme la cara
en todas las lágrimas vertidas por el mundo.
(SOLILOQUIOS, Ediciones Feadulta)
Vicente Martínez