No sé a qué fuego atender: ¡hay tanto problema! : Cada segundo crece el número de, Refugiados, y los países de donde salen personas buscando mantener la vida

Parece que está ardiendo la humanidad.-  Y es cierto que tanto fuego nos ofusca con su resplandor.

Siento la impotencia ¿Cómo y quién va  arreglar esta humanidad?

Es tan grande la parva de trillar que  no llegamos a todos los extremos.  

Y la tentación más sencilla y cómoda es decir “qué follón de humanidad”. Y quedarnos cruzados de brazos, lamentando la situación.

Es una tentación normal que me viene  el  esperar a que sean otras personas o instituciones quienes lo arreglen.  Y es cierto que hay una administración, unos gobiernos, unos organismos que son los principales responsables.

Pero cuando hay fuego, además de las mangueras y el material de los bomberos, también sirve cualquier ayuda que prestemos a los afectados.

No entiendo cómo los organismos oficiales, los poderes políticos y militares, los comités de la paz no ponen para y solución de raíz.  Me pregunto con ingenuidad ¿quiénes sacan beneficio de esta realidad?  Hoy exijo un poder mundial capaz de poner justicia y orden

Pero cojo mi caldero de agua para colaborar un poco a apagar el fuego de la sociedad. Cuando ocurre, en el pueblo, nos ponemos en cadena y vamos pasando el agua, o sacando los enseres de la casa incendiada.

Llegan los refugiados: Está habiendo una respuesta muy gratificante.   Yo pienso que es un momento clave de la historia, que está girando  el mundo y dando una vuelta.

 Me contento con poco: que cada familia, cada parroquia, cada cofradía, cada congregación, cada monasterio acoja a una familia o similar de refugiados. Siento tan seria la situación que creo que puede ser una oportunidad para cambiar a positivo la marcha de la historia, pero si nos implicamos en serio.

No entiendo por qué  esta misma actitud de acogida no la vamos teniendo con los transeúntes, emigrantes, personas de la calle… ¿Acaso ha habido menos ruido de bocinas y de fotografías?

Suena la sirena de los bomberos (la prensa, las declaraciones, los discursos…) Pero lo importante es que llegue el agua. Y aquí, aunque sea solo un vaso, todo viene bien. Por acogida a los demás. Pero también porque puede extenderse el fuego muy lejos.

Gerardo Villar