Buscador Avanzado

Autor

Tema

Libro de la biblia

* Cita biblica

Idioma

Fecha de Creación (Inicio - Fin)

-

LA CUMBRE DEL CLIMA

Rate this item
(12 votes)

Lo peor que nos puede pasar tras la cumbre de París es que creamos que hemos solucionado algo; que descarguemos nuestra conciencia y pensemos que el problema ha entrado en vías de solución; que nos dejemos engañar por los abrazos de los delegados al final de la cumbre y nos sintamos satisfechos con el resultado obtenido. Lo mejor, que nos convenzamos de una vez por todas que no hay solución sin quebranto de los intereses económicos y el confort de los ciudadanos, y que los mandatarios reunidos en Kioto, en París o donde sea, no se atreverán jamás a defraudar esos intereses.

No cabe duda de que ha sido el poder combinado de la ciencia y la economía lo que nos ha llevado al desastre, y resulta paradójico que este acuerdo propugne más economía y más tecnología para solucionar el problema… Es como poner a la zorra a cuidar de las gallinas… Da la impresión que su objeto es aprovechar la situación dramática que vive el mundo para generar nuevos negocios manteniendo intacto nuestro estilo de vida… y ello, para contentar a los inversores y evitar cabrear a los ciudadanos.

Lo que no nos dicen es que nuestro modo de vida es insostenible; con o sin acuerdo. Que aunque llenemos nuestros montes de molinos y nuestros prados de huertas solares, no cubriremos ni el veinte por ciento de nuestras actuales necesidades energéticas; y no digamos de las futuras. Que si no queremos jugar a la ruleta rusa apostando por la energía nuclear, debemos reducir de forma drástica nuestro tren de vida. Y sobre todo, no dicen que el confort del que gozamos se lo estamos robando literalmente a nuestros nietos y a los tataranietos de nuestros nietos; y que eso es una infamia colosal.

Tampoco dicen que nuestro entorno no es nuestro, sino un bien encomendado a nuestra tutela del que somos responsables; del que responderemos ante las generaciones futuras. Que estamos esquilmando los recursos naturales, convirtiendo la Tierra en un estercolero y condenando a los que vengan detrás a una vida de perros. No dicen que garantizar una vida digna a las generaciones futuras no es una opción, sino un imperativo categórico que hay que cumplir a toda costa…

Han tenido la habilidad de dar un tratamiento tecnológico a un problema que es eminentemente ético; un problema, además, que nos afecta individualmente a cada uno de nosotros, pues somos cada uno de nosotros los que lo estamos alimentando. Sería estupendo que la solución pudiese salir de una cumbre, pero no puede, porque irremisiblemente pasa por un cambio generalizado de hábitos de unos ciudadanos conscientes del problema, y dispuestos a renunciar a parte de su confort por solidaridad o por vergüenza torera. ¿Y eso qué significa?... pues significa limitar el uso del coche al mínimo imprescindible, practicar un consumo responsable y gestionar responsablemente la energía en el seno de nuestros hogares… Lo demás son cantos de sirena.

Pero cuando más precisa la humanidad de una ética que conjure la catástrofe que se avecina, menor carga moral existe en la conciencia ciudadana, y esto deja la responsabilidad del proceso de regeneración en manos de ese resto de personas que aun piensa que vivir dignamente es más gratificante que vivir confortablemente; que no se deja conducir con el rebaño y es dueño de sus actos; que tiene criterio propio e ignora los criterios mezquinos de una sociedad decadente y condenada a morir…

En suma, estamos hablando de que esa minoría desencadene el proceso con la esperanza de que cunda el ejemplo y las conductas responsables se generalicen… Y me dirán, con razón, que eso es muy inconsistente, y la respuesta será que esa es la única esperanza que nos queda, y que lo importante es empezar ya.

 

Miguel Ángel Munárriz

Read 2606 times
Login to post comments