Hermanos, todos conocemos en nuestros entornos personas que viven sin camino, también nosotros, a veces, vivimos girando en torno a nosotros mismos y a nuestros pequeños intereses. Hoy, Jesús se nos presenta como nuestro camino. Oremos.

Jesús, que nos abramos a tu presencia.

Que la Iglesia nos recuerde sin cesar que Jesús es el camino que se nos invita a recorrer; el único camino acertado para vivir intensamente, para buscar nuestra propia verdad, para acoger la vida con toda su plenitud.

Jesús, que nos abramos a tu presencia.

Que los creyentes seamos con nuestras vidas invitación a la trascendencia, referencia para tantas personas que andan buscando hacía dónde y cómo caminar.

Jesús, que nos abramos a tu presencia.

Que nuestra mirada sobre este mundo sea siempre constructiva, que acertemos a mirar con ternura el sufrimiento de tantos hombres y mujeres y así seamos bálsamo en medio de tanto dolor.

Jesús, que nos abramos a tu presencia.

Que los gobiernos de todos los países trabajen para favorecer la paz y la concordia en el mundo. Que seamos capaces de superar las fronteras y crear lazos de hermandad entre todos los pueblos.

Jesús, que nos abramos a tu presencia.

Padre bueno, queremos encontrarnos contigo, queremos dejarnos guiar y transformar por ti, porque sabemos que sólo tú puedes hacer de este mundo un lugar amable para todos. Te damos las gracias por el don de la fe que hemos recibido de tu hijo Jesús.

Vicky Irigaray