Hermanos, las preferencias del Padre no son por condiciones morales, religiosas o estatus social y económico; sino de una situación humana en la que el Padre se revela trastocando todos nuestros criterios y valores. Oremos.

Padre, queremos abrirnos a ti y descansar en tu corazón.

• Padre, queremos una iglesia a tu estilo: amiga de los pobres, de los excluidos, de las prostitutas, de los refugiados, de los encarcelados, de los enfermos, de todos los hombres y mujeres que andan como oveja sin pastor.

Padre, queremos abrirnos a ti y descansar en tu corazón.

• Padre, conviértenos por dentro, que nuestro corazón sienta debilidad por tus “pequeños”, que nos arrimemos a todos los sencillos e “invisibles” de esta tierra.

Padre, queremos abrirnos a ti y descansar en tu corazón.

• Padre, que vivamos en una dinámica de gratuidad y alabanza. Que seamos capaces de dar gratis lo que gratis hemos recibido y que tu desmesura nos lleve a bendecirte y bendecir a todos.

Padre, queremos abrirnos a ti y descansar en tu corazón.

• Padre, que tengamos sed de de la verdad de tus palabras, que nuestro estilo de vida se parezca cada día más al tuyo y así vayamos sembrando semillas de tu Reino.

Padre, queremos abrirnos a ti y descansar en tu corazón.

• Padre, que seamos conscientes de que somos mucho más importante que nuestro trabajo, nuestro estatus social y económico, que busquemos la fraternidad entre todos los hombres y mujeres de esta tierra.

Padre, queremos abrirnos a ti y descansar en tu corazón.

Padre bueno, tú sabes que de verdad queremos ser seguidores de tu hijo Jesús, concédenos gustar de lo pequeño, de lo que no brilla, de lo que no contabiliza para esta sociedad y haz tú fecundo nuestro día a día. Te damos las gracias por tu hijo Jesús.

Vicky Irigaray