HAMBRE Y SED DE TI
Vicky IrigarayHermanos y hermanas, hoy es un buen día para recordarnos unos a otros que el culto y la celebración de la Eucaristía van unidos siempre a una vida comprometida con el amor, la entrega y la justicia. Oremos.
Jesús, que tengamos hambre y sed de ti.
• Padre, concédenos tener hambre de otro Pan muy diferente del que, a veces, alimenta nuestro día a día: un pan que no nos sacia, un pan que no nos despierta a la solidaridad y al servicio de los hermanos.
Jesús, que tengamos hambre y sed de ti.
• Padre, concédenos la gracia de compartir tu mesa y compartir nuestra mesa de cada día. Que seamos capaces de tomar conciencia de a quiénes sentamos en nuestra mesa del tiempo, de la amistad, de nuestros bienes, de nuestro interés…y a quiénes excluimos y por qué.
Jesús, que tengamos hambre y sed de ti.
• Padre, concédenos la gracia de recordar que la Eucaristía es hacer memoria de un Jesús arrastrado por las calles de Jerusalén, torturado, abucheado, sentenciado, ejecutado…que no caigamos en la tentación de dar importancia a la estética, a lo ritual…
Jesús, que tengamos hambre y sed de ti.
• Padre, concédenos la gracia de descubrir en la celebración de la Eucaristía la entrega hasta el extremo de tu hijo Jesús y una entrega de Amor.
Jesús, que tengamos hambre y sed de ti.
• Padre, concédenos la gracia de que la celebración de la Eucaristía nos haga más capaces de perdonar y ser perdonados, más dispuestos a ser pan compartido y presencia real de tu amor para los últimos.
Jesús, que tengamos hambre y sed de ti.
Padre bueno, haznos capaces de caer un poco más en la cuenta de lo que significa comulgar con tu Hijo Jesús: optar por sus preferencias, sus opciones, su estilo de vida, su extraña manera de vivir, de pensar y actuar. Te damos las gracias por confiar en que nosotros podemos ser anuncio de tu Reino.
Vicky Irigaray