Hermanos y hermanas, hemos escuchado en la Palabra de hoy cómo por la fuerza de su fe, la mujer curada se va en paz, con plenitud interior y exterior de vida, como si hubiera vuelto a nacer. Oremos.

Jesús, aumenta nuestra fe

• Que la Iglesia proclame a Jesús como liberador de la enfermedad, de toda opresión que pueda sufrir el ser humano, a Jesús que quiere nuestra salud y nuestra vida lo más plena posible.

Jesús, aumenta nuestra fe

• Que los creyentes seamos conscientes de que nuestra fe exige encuentro y diálogo personal con Jesús, como en el caso de Jairo y de la mujer con flujos. Tiempos de oración, contemplación, donde recibir el hacer de Jesús en nuestro corazón.

Jesús, aumenta nuestra fe

• Que los responsables de nuestras instituciones y gobiernos busquen favorecer una vida más digna para todos los hombres y mujeres de este mundo, en especial para los que se encuentran en campos de refugiados, para los que se juegan la vida atravesando el mediterráneo, para los que viven en países en guerra.

Jesús, aumenta nuestra fe

• Que todos nosotros anunciemos con nuestra vida la salud, la alegría, sentido de vida, la oferta de liberación plena que recibimos de Jesús.

Jesús, aumenta nuestra fe

• Que todos los enfermos ingresados en hospitales reciban los cuidados que necesitan de manos de un personal sanitario atento, delicado, paciente y misericordioso.

Jesús, aumenta nuestra fe

Padre bueno, aumenta nuestra fe para que sigamos creyendo que la fe es capaz de sanarnos de raíz y darnos la vida en plenitud. Que todos nosotros seamos cauce de fe, salud y vida en nuestros entornos. Te damos las gracias por tu hijo Jesús, fuente de vida y sentido para todos nosotros.

Vicky Irigaray